Podemos

Tras casi tres años en la incubadora y cuatro meses de gestación, el movimiento 15M ha dado a luz una hermosa criatura de 5 escaños. “Podemos” es el  nombre que le han puesto los padres y madres a este fenómeno que el Gobierno ha intentado abortar con criminalizaciones y a palos. Mientras unos nacen, otros mueren; PP y PSOE continúan en la UVI con ventilación asistida.

 Algunos en el PP, como Pedro Arriola, tratan de indagar en el fenotipo del recién parido y le auguran frikismo en grado medio, a pesar de haber conseguido ser aupado en plazas tradicionalmente conservadoras como Madrid y Valencia. Que todos los frikis planeen por Madrid en vez de gaviotas debe ser peor para Pedro Arriola que poner el huevo en administraciones corruptas con presidentes imputados por los tribunales.  Podemos ha demostrado que el hartazgo hacia los políticos en este país también cuaja; para impedir su nacimiento buscaron defectos congénitos tachando a sus creadores de radicales de extrema izquierda; ahora que ha visto la luz, el PP trata de acomplejar a este pequeñín quitándole mérito “porque son europeas, ya veríamos en unas municipales”. Ahora ha soltado Pedro Arriola que Mariano Rajoy ya sabía que Podemos iba  a obtener más de tres escaños a pesar de todas las encuestas, porque Dios es del PP y Mariano lo sabe todo. 

Lo más curioso de todo es que, mientras en Francia, Dinamarca o Alemania la ultraderecha avanza a pasos inexorables para poner freno a la emigración, las elecciones europeas han conseguido en este país justo lo contrario: que Sudamérica llegue hasta Bruselas para quedarse. Y cuando alrededor de Marine Le Pen y sus correligionarios daneses aleteen los fantasmas socialistas en el Europarlamento, la canciller alemana Angela Merkel debería soltarle una colleja a Mariano y llamarle tonto por no haber entendido absolutamente nada.